lunes, 29 de julio de 2019

Antes de intervenirse, operarse, armonizarse y regularse... Con y a través del QI.



Nos dice la tradición que es la energía la que da sentido, aliento y vida a la forma.
Así podemos interpretar que cuando la forma, nuestro cuerpo enferma, sea a un nivel u otro, hace un tiempo... Quizás bastante tiempo... Que la energía, dejo de dar sentido a esa forma... Perdido el sentido de esa energía, pierde la estructura, el cuerpo, la forma, su evolución en cuanto a estructura, función y transformación:
  • Sistémica.
  • Metabólica.
  • Biológicas. 
  • Inmunitaria. 
  • Hormonal, etc…
Cuando el resultado de esta desvinculación entre la energía y la forma, deja el espacio para una situación, llamada enfermedad, que requiere una cirugía, la actuación preventiva en cuanto a esa cirugía, esa intervención, estaría en rescatar a esa energía hacia la forma, y a la forma en relación con esa energía.

Es trascendental, ya que como en cualquier intervención hacia la salud, no es lo externo lo que cura, o sana, sino lo que nos dispone a una recuperación de la capacidad de nuestro cuerpo y con su aliento, su energía, a curarse a si mismo… cabria pensar que si la tradición nos dice que somos un 99%,,, Qi, soplo, energía, aliento y un 1%, estructura conformada... Cuerpo. Ese 99% por ciento de energía, es la evolución más representativa, y resolutiva hacia la dinámica , de salud, vitalidad y vida...

Cuando se interviene quirúrgicamente… Una parte de esa estructura de carne es recompuesta. En cierta manera,,, parece que HEMOS QUITADO EL MAL que había, pero si nos paramos a ver cual es la verdadera resolución del proceso, descubriremos que es el post-operatorio con su proceso de convalecencia y hasta la recuperación el equivalente al cierre de esa historia, que nos lleva a otra nueva... 
Eso sucede con nuestro cuerpo, nuestra energía, por nuestros medios...

Así que cuando contemplamos y tomamos consciencia de que somos una realidad palpable del 1%,,, asistida, mantenida y entretenida por una realidad intangible, llamada Qi, energía, del 99%, podemos situarnos mejor ante el hecho de hasta como, cuando y donde... En la PREVIA A UNA INTERVENCION… Establecer una regulación, armonización, equilibrio del movimiento de la energía que mantiene, sostiene y entretiene la vida… Tiene sentido de ser.

Como referencia diremos que:
Una intervención por ejemplo de un quiste suprarrenal, glándula del riñón, no es lo mismo que suceda:
  • En invierno, que es la estación de este órgano y su glándula.
  • En primavera.
  • En verano.
  • En estío.
  • O en otoñó.
Diríamos que cada estación tiene un ritmo de energía y sangre.
Diríamos que en cada estación se cualifica un órgano y atesora una energía que es referencia para el conjunto de aparatos y sistemas, de órganos y entrañas.
Diríamos que hay un circuito de función en el cual la energía, el Qi, cada 2 h, está en un órgano o en una entraña.
Armonizar y equilibra la energía, hacia esa intervención según la naturaleza de la patología, el momento de la intervención, hora, mes, etc... Nos llevará a que en ese proceso: durante la intervención, en el cierre de esa intervención, y en la recuperación de la misma, tenga el sentido que la energía le da como herencia al ser conformado,,, y esa VITALIDAD, SALUD Y PROYECTO DE INMEDIATO FUTURO DE SEGUIR EN LA VIDA.

Para más información... Concertar hora...

Atentamente:
J.J. Matoses. Humano comunicante


Constelación familiar. Campo sistémico. Mirada sistémica.


Son expresiones dentro de un contexto terapéutico, que nos rescata al hecho de que:

Pertenecemos a un sistema familiar:





Somos la punta de un iceberg ancestral, el resultado de muchos otros.

De un antes, que en el momento en el que aparecemos, nacemos, se derrama el sistema entero, sobre nosotros en las tres órdenes del sistema.
- El amor.
- La pertenencia.
- La herencia.

Y esas tres órdenes nos ubican en nuestro lugar sistémico familiar, para proyectarnos hacia nuestro destino y futuro.

Pero:
¿Como estuvieron y están nuestros ancestros?
¿Que paso, como paso, que consciencia hay de los sucesos, y donde quedaron?
¿Están en su lugar, con quien pertenecen?
¿Cuantas exclusiones ha habido en nuestro sistema?
¿Cuanta violencia, agresión, maltrato.. De una manera u otra… callado, engullido, y nunca expresado.. y mucho más.?
¿Como se trataron los hombres y las mujeres, como pareja?
Se dieron lugar, se respetaron.. Que paso en esa des-ubicación y en su consecuente relación..

ENTONCES CABRIA PREGUNTARSE:
¿Y como se arreglan los desórdenes sistémicos?
Como esa información sistémica que tiene que asistir y no llega, o llega desordenada, y genera situaciones repetidas, sensaciones extrañas que están dentro de nosotros y no se van.. Acontecimientos que pasan y pasan una y otra vez aun cuando el transcurso del tiempo, la volvemos a ubicar.
Pues el sistema elije a curador/ora.. del sistema:
Alguien llega al sistema, nace en la, 3ª, 4ª , 5ª generaciones después , y con una actitud consciente y o subconsciente, de una fidelidad y amor a su sistema, empieza a estirar del sistema.. Y aparecen síntomas, su vida, sus aconteceres, su cuerpo, su alma, su estar se agitan, se desespera, se complican…
En ese momento tenemos a alguien dando su vida por el sistema, mientras intenta vivir la suya dentro del sistema, con un desorden en el amor, la pertenencia y la herencia…

Y ahí aparece el sistema constelar... La mirada sistémica... Y las constelaciones familiares, como vía terapéutica.

Atentamente: Juan José Matoses Miralles..